Los padres y madres tenemos que procurar dar información adecuada y adaptar nuestras explicaciones a la edad de nuestros hijos. Es importante conocer el tema razonablemente bien, creer lo que decimos y practicarlo. Estar informados y saber cuáles son los efectos y los peligros de las drogas, no estimulará su consumo.
Dialogar no es solo hablar, sino observar, mostrar interés,
crear un espacio de comunicación que permita expresar ideas, dudas y
preocupaciones.
Hay que aprender a escuchar, provocar la conversación,
establecer una relación de confianza y complicidad. Muchas veces, los padres,
para hablar con sus hijos de temas delicados como las drogas, esperamos
encontrar un momento ideal y un ambiente propicio.
Se necesita comunicación entre padres e hijos. Como padre
está en la obligación de guiar, informar y dar los elementos necesarios para
que sus hijos sepan lo que está bien y lo que no, sin embargo, tenga en cuenta
que no puede hacer un control total
sobre sus decisiones, lo importante es que ellos tengan claro que cada acto
tiene su consecuencia.
La realidad es que sus hijos quieren que usted sea la
persona que les hable. Después de todo, los padres son los primeros maestros de
sus hijos y por lo tanto, los hijos confían en los padres.
Ayudemos a los adolescentes a fijar metas y a explorar
opciones para el futuro.
Piensa antes de actuar